"A mis 33 años me gusto mucho, pero odio estar en las listas de las más deseadas"

Alicantina y una excelente cocinera de arroces, Ana Milán trabaja en "Yo soy Bea" interpretando a Sandra de la Vega, y al mismo tiempo interviene en "Camera Café" dando vida a Victoria de la Vega, esa jefa tan déspota como atractiva que tan popular se ha hecho entre los seguidores de la serie.
Curiosamente ambos personajes con los que se ha dado a conocer al gran público comparten apellido.

Ana Milán

-¿Cómo consigues trabajar en dos series de éxito a la vez?
 -No lo sé muy bien, pero al final las cuentas salen. Es una cuestión de organizarse, y no creo que yo haga un esfuerzo mayor del que hace una madre soltera que trabaja en un supermercado.

-Mujer, dicho así...
 -No, ya te digo, que la organización es muy importante. Hay que quitarse tiempo para estar con los amigos y, sobre todo momentos de descanso.

-¿Cuál de los dos personajes que interpretas es tu favorito?
 -No sería capaz de elegir a uno de ellos. Supongo que es como si te preguntan a cual de tus hijos quieres más. Yo quiero a las dos lo mismo, porque de alguna manera, son hijas mías.

-¿Qué tiene Victoria de tí?
 -Posee la fuerza y el mal carácter. Yo tengo muy mal genio, pero es algo que solo me pasa dos veces al año. Esto ponlo claro porque de lo contrario voy a seguir soltera el resto de mi vida.

-¿Y Sandra?
 -Tiene mi sentido del humor, la rapidez y las ganas de vivir.

-Siendo una de las mujeres más deseadas del país, ¿Cómo es que sigues sin novio?
 -No me gustan nada ese tipo de listas de la mujer más deseada, el hombre más elegante o la chica más guapa. Eso son generalidades que no llevan a ningún sitio, porque yo ni soy la más tonta, ni la más deseada, ni la más lista.

-¿No te ves guapa?
 -Yo me gusto mucho, porque ya tengo 33 años y he pasado toda esa etapa de juventud en que estás buscando a la mujer que quieres ser. Estoy muy agusto con lo que soy y con cómo estoy.

-¿No encuentras al hombre de tu vida?
 -Todavía no he dado con él, pero digo yo que estará apunto de llegar. Muchas veces voy por la calle y pienso que me estoy cruzando con él, y que él también me está buscando y no somos capaces de encontrarnos.

-¿Y qué haces con el dinero que ganas?
 -Ir de compras, me encantan las tiendas.

 

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